El “entrenamiento” de los portavoces

Uno de los temas recurrentes de nuestro blog será el de los portavoces (políticos, económicos, deportivos…) y el entrenamiento de sus habilidades de comunicación. Detalle a detalle, pretendemos ir desgranando las características principales que debe reunir un buen portavoz, intentando esgrimir buenos (y menos buenos) ejemplos que lo acrediten, poniendo en valor la importancia de su preparación continuada.

 

La capacidad de divulgación de un portavoz

Empecemos por una necesidad muy básica en un portavoz: la predisposición para comunicar. Así, uno de los valores a destacar en un buen comunicador es su capacidad de divulgación y de llegar con claridad al destinatario. Son muchos los ejemplos que se pueden exponer, pero un político que ha destacado siempre como portavoz por saber explicar sus mensajes a la audiencia es Felipe González. Aquí adjuntamos una muestra de su habilidad para explicar los asuntos de interés de una forma clara y atractiva, con independencia de su complejidad. Es una entrevista con Iñaki Gabilondo, que podéis ver completa en youtube.

El sentido del humor de un portavoz

Enfrentarse a los medios de comunicación exige valentía, preparación y dominio de la escena. Y más si cabe cuando la comparecencia se aborda en un contexto generado para el entretenimiento e, incluso, la risa. Alberto Ruiz Gallardón, en un momento político muy difícil para él, cuando quedó excluido de las listas del Partido Popular para las elecciones generales, se atrevió a participar en el programa de Andreu Buenafuente.

 

Se trata de un político, y no hay muchos, que resiste bien este tipo de envites. Y en este caso no fue la excepción, contando además con la “complicidad” del presentador. Gallardón aprovechó su presencia en La Sexta para salpicar su intervención de ejemplos y referencias a su vida política y personal que le hicieron parecer más humano y, por tanto, comunicar mejor. Os adjuntamos el ejemplo de la primera parte de la entrevista, si bien también la podéis revisar de manera completa en Internet.

Los lapsus… 

El ya archiconocido lapsus del candidato republicano Rick Perry (ver enlace) dio la vuelta al mundo, y lo peor para su portavoz, desde entonces, 2011, circula viralmente en la Red, y lo seguirá haciendo, sin posibilidad de frenarlo. En las últimas elecciones generales en nuestro país, durante la campaña, le paso algo parecido a un conocido político del PSOE, ducho en las tareas de enfrentarse a los medios de comunicación. En las próximas elecciones, del 20-D, vuelve a presentarse en las listas del Partido Socialista. Ello demuestra que cualquiera puede cometer errores. De hecho, el PP no «hizo sangre» sobre el asunto, consciente de que esto pasa en «las mejores familias».

Con todo, sí puede extraerse una conclusión: que en el asunto de los portavoces, toda preparación es poca. El riesgo añadido es que si ahora se «mete la pata», ésta se amplifica en las redes sociales. En una ocasión, un presentador de televisión, muy conocido en nuestro país, Matías Prats, protagonista de una conferencia ante estudiantes, argumentaba que, todavía años después, puede ver en la Red un vídeo en el que se refleja una de las contadas ocasiones en las que perdió los papeles ante una cámara. Lo cierto es que ante la televisión se puede errar (somos humanos), pero el recuerdo quedará grabado para siempre en el universo digital…

 

La televisión, para los portavoces, sean políticos, empresarios, profesionales, etc., es un medio de especial riesgo, y solo los comunicadores de más talento, o los mejores preparados, pueden rentabilizar la “pequeña pantalla” como una oportunidad de llegar, con éxito, a sus audiencias objetivo. Por ello, se trata de una competencia que se entrena, desde los más noveles a los más veteranos. Porque la comunicación es un arte, y los asesores son los “entrenadores” de una comunicación eficaz.